
Nuestra privilegiada posición geográfica, el efecto nearshoring y el T-MEC son una oportunidad única que México debe aprovechar para promover la localización industrial.
En una entrega anterior de esta columna, comentaba que la ubicación geográfica de México le brinda una ventaja única en el mundo para la localización industrial, la atracción de inversiones y la vinculación productiva con nuestro principal socio comercial, que son los Estados Unidos de América (EU).
Mencionaba también que cualquiera de las potencias exportadoras del mundo como son China, Alemania, Países Bajos, Japón, Hong Kong, Corea del Sur, o el conjunto de la Unión Europea, darían lo que fuera por tener una pequeña frontera con EU, para acercarse lo más posible al mayor importador del planeta.
Nuestro país no tiene una pequeña frontera con EU, sino más de 3 mil kilómetros de frontera con la economía más poderosa del planeta. Con esta inigualable ubicación geográfica, acceso a los dos océanos y nuestra vastísima frontera con EU, los ojos del mundo se vuelven a México para la ubicación de inversión productiva en el contexto del fenómeno comercial conocido como nearshoring.
En primera instancia, con la intención de ser más competitivas en el mercado de USA, las empresas se embarcaron en un proceso de offshoring, que significaba buscar los insumos más competitivos del planeta, un fenómeno que favoreció la localización industrial en China, India y otros países asiáticos. Obviamente, el offshoring significaba encontrar la mejor localización industrial posible para aprovechar mano de obra e insumos a bajo costo que permitieran, incluyendo los costos de logística y transporte, ser más competitivos al atender la demanda de los clientes finales en EU.
El fenómeno de offshoring descansaba en el bajo costo de la mano de obra en China y otros países, en un mundo en paz y en la estabilidad y predictibilidad de la cadena de suministro.
Sin embargo, al incremento en la mano de obra en China, el impacto negativo de la pandemia en los costos logísticos y en la cadena de suministro, y recientemente la posibilidad de una confrontación bélica de gran calado, provocaron el fenómeno del reshoring, que significa regresar las inversiones país de origen: USA.
También tomó un nuevo impulso el nearshoring, que en este contexto significa ubicarse lo más cerca posible de USA para reducir costos logísticos, aprovechar los mismos horarios de producción y garantizar la estabilidad de la cadena de suministro.
Nuestra privilegiada posición geográfica, el efecto nearshoring y el T-MEC son una oportunidad única que México debe aprovechar para promover la localización industrial y así generar inversiones y empleos.
Aunque existen diversos factores fundamentales para lograr este propósito, creo que tres factores son fundamentales: El capital humano, el Estado de derecho y la infraestructura.
El capital humano es una variable que no puede modificarse en el corto plazo, pues la formación profesional y técnica lleva un proceso de varios años y no es uniforme en todo el país, además de que depende de múltiples niveles de gobierno e incluso la iniciativa privada. En el contexto federal la educación no es por ahora precisamente una prioridad.
El Estado de derecho, que para nuestro contexto se refiere a reglas claras de juego y certeza jurídica de las inversiones, depende mayormente del marco jurídico y regulatorio federal, cuyo objetivo primordial no parece ser generar inversión nacional ni extranjera, e incluso hay diferencias de criterio con nuestros socios comerciales en el T-MEC.
La variable que puede modificarse con relativa rapidez para aprovechar el nearshoring es el acervo de infraestructura.
Me atrevo a pensar que el esfuerzo de modernización de la infraestructura debe centrarse en los estados del Norte de México que tienen frontera con EU: Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas. Esto solo por su ubicación privilegiada para el nearshoring.
De estos estados, Nuevo León se mantiene como líder en inversión extranjera directa y producción de la industria manufacturera. Es el principal receptor de la inversión en proceso de localización por nearshoring. Factores como la mano de obra calificada, ambiente amigable a los negocios, cercanía a los EU e infraestructura en relativo buen estado, mantienen a Nuevo León como una locomotora industrial, a pesar de los problemas que lo aquejan como la crisis hídrica, la contaminación y la inseguridad.
Sin embargo, el esfuerzo por incrementar y modernizar la infraestructura debe hacerse en todos los estados fronterizos, para aprovechar su mayor cercanía con EU.
Ya había enunciado los principales proyectos prioritarios que se vislumbran para fortalecer la infraestructura fronteriza entre México y EU, que me permito reiterar.
⇒ El cruce internacional de Mesa de Otay II en Baja California.
⇒ El nuevo cruce ferroviario en Naco, Sonora.
⇒ Los nuevos puentes internacionales de Anapra y Fabens, en Ciudad Juárez-El Paso.
⇒ El nuevo puente internacional Del Río-Ciudad Acuña, Coahuila.
⇒ Puente internacional y nuevo cruce ferroviario en Colombia, Nuevo León
⇒ La carretera La Gloria-Colombia, Nuevo León.
⇒ El nuevo puente internacional de carga en Ciudad Mier, Tamaulipas.
⇒ El Puente Internacional III y el Puente Ferroviario de Nuevo Laredo, Tamaulipas.
⇒ Ampliación a 4 carriles del tramo libre La Gloria-San Fernando, Tamaulipas.
⇒ Puente 4/5 de Nuevo Laredo, Tamaulipas.
⇒ Diversos proyectos de libramientos carreteros y ferroviarios en los estados del Norte.
En la zona Norte de México se requieren todos los cruces, todas las carreteras y toda la infraestructura posible para incrementar la competitividad de nuestro país y montarnos en la ola del nearshoring.
Mientras se tiene mejor rumbo en la administración federal de México en cuanto a infraestructura para el T-MEC, y se fortalece el Estado de derecho del país para garantizar la inversión nacional y extranjera y generar confianza, la carta inmediata para atraer inversión productiva es fortalecer la plataforma logística en el Norte del país a través de la infraestructura.
Por este medio, insto a las autoridades estatales y municipales del norte del país a integrar estos proyectos de infraestructura con solidez técnica y buscar el apoyo presupuestal de la Federación, pero también a buscar mecanismos de asociación pública-privada, en sus diferentes modalidades, para incrementar la inversión en estos proyectos de infraestructura y capturar la mayor inversión posible resultante del proceso de nearshoring de los EU.

Marco Garza
Correo
Presidente y director general de EYEMEXICO
Maestría en Ciencias (MSc) 1996-1997
Regulación y Organización Industrial
London School of Economics and Political Science University of
London, United Kingdom.
Fuente: El Financiero